Las recesiones económicas se caracterizan por descensos significativos de diversos indicadores económicos, incluidos factores como la renta, el empleo, la producción, las ventas al por mayor al por menor y los beneficios empresariales. Como consecuencia, estas recesiones suelen provocar descensos en el mercado bursátil, lo que hace que la tarea de gestionar su cartera de inversiones resulte especialmente complicada. Sin embargo, existen estrategias que pueden ayudarle a afrontar eficazmente esta situación.
Invierta en función de su apetito por el riesgo
Invertir sus fondos durante una recesión, o en cualquier otro momento, debe alinearse con su tolerancia al riesgo. Este factor determina su estilo de inversión general, si se inclina por un enfoque más agresivo o conservador.
Los inversores que se inclinan por el enfoque agresivo priorizan el crecimiento y demuestran comprender la volatilidad y estar dispuestos a aceptarla. Estos inversores suelen estar dispuestos a asumir más riesgos y puede que no les preocupen demasiado las restricciones de liquidez. Por otro lado, los que son más conservadores valoran la preservación del principal o del capital, y pueden aceptar rendimientos más bajos.
Cumpla el plan
Aunque la incomodidad a corto plazo es un aspecto inevitable de las recesiones, practicar la paciencia durante estos baches suele allanar el camino para obtener ganancias sustanciales a largo plazo. Un enfoque de inversión estratégico puede ayudarle a mantener el rumbo. Este método adopta una visión a largo plazo, con un horizonte de diez años o más. Suele utilizarse para financiar objetivos lejanos, como la jubilación o los gastos de educación en el futuro.
Con esta estrategia, usted asigna sistemáticamente sus recursos a varias clases de activos en función de su tolerancia al riesgo. Estas clases de activos incluyen acciones, bonos, bienes raíces y más. Los diferentes modelos se clasifican como agresivos, moderados o conservadores. Por ejemplo, un modelo "agresivo" podría consistir en una asignación del 80% a acciones y del 20% a bonos, mientras que un modelo conservador podría implicar una asignación del 20% a acciones y del 80% a bonos.
Reequilibrar o diversificar su cartera
Para mantener su cartera en el buen camino, puede que necesite reequilibrarla periódicamente. Esto implica vender ciertas inversiones y comprar otras para mantener la asignación deseada.
Por ejemplo, supongamos que su plan prevé inicialmente un reparto equitativo entre acciones y bonos (50% cada uno). Sin embargo, debido al comportamiento del mercado bursátil, el valor de sus acciones ha superado al de sus bonos, dejando su cartera sesgada en un 70% de acciones y un 30% de bonos. En este caso, puede que decida vender algunas acciones y comprar más bonos para volver a la proporción 50-50 deseada.
Además, sus objetivos financieros pueden evolucionar, o puede descubrir que su tolerancia al riesgo es diferente de lo que pensaba en un principio. Como resultado, podría añadir bonos para crear un modelo de cartera más conservador. Por el contrario, si descubre que se siente cómodo con más volatilidad y riesgo, podría añadir más acciones.
Explore enfoques tácticos de inversión
Supongamos que su estrategia de inversión a largo plazo requiere una asignación del 60% a acciones y del 40% a bonos. Incluso dentro de este marco, conserva la flexibilidad de ajustar su cartera para aprovechar las oportunidades o mitigar el riesgo. A diferencia de la inversión estratégica, la inversión táctica responde dinámicamente a las condiciones del mercado.
Una táctica prudente es adherirse al marco del ciclo económico, que incluye cuatro fases: expansión, pico, recesión y recuperación. Diferentes sectores tienden a sobresalir durante diferentes partes de este ciclo. Por ejemplo, durante una recesión, los bienes de consumo básico (como la alimentación y la ropa), la atención sanitaria y los servicios públicos suelen mostrar resistencia. Por otro lado, durante la fase de recuperación, los valores inmobiliarios, de consumo discrecional e industriales suelen superar a otros segmentos.
Construya una red de seguridad financiera
Si es la primera vez que invierte, el primer paso es crear una reserva de efectivo o un fondo de emergencia. Lo ideal sería que esta red de seguridad cubriera entre tres y seis meses de su salario. Con esta reserva, no se verá obligado a liquidar sus inversiones para cubrir necesidades financieras imprevistas durante una recesión. Con el tiempo, a medida que crezcan sus inversiones, su reserva de efectivo también podría servirle para aprovechar las oportunidades de mercado que puedan surgir en el futuro.
Los fondos de emergencia son una forma de ahorrar dinero.
Cuando se produzcan recesiones, recuerde que todas las recesiones económicas acaban por terminar, aunque algunas se recuperan más rápidamente que otras. El pasado también sirve como recordatorio de que a cada recesión le sigue un periodo de progreso y crecimiento económico. Incluso en medio de los momentos más difíciles, las circunstancias pueden cambiar con rapidez, así que no pierda de vista el futuro.
La crisis económica puede ser una amenaza para la economía.